Reparación colectiva y
compromiso con la paz
Villavicencio, 31 de julio de 2016. En el marco de la
conmemoración de los 19 años de los hechos de violencia ocurridos en Mapiripán
(Meta), el director de la Unidad para las Víctimas, Alan Jara, notificó que la
zona rural del municipio quedaba incluida en el registro como sujeto de
reparación colectiva.
La celebración se cumplió con una masiva participación de los habitantes de Mapiripán y con
el acompañamiento del director de la Unidad para las Víctimas, Alan Jara, quien presidió la ceremonia que se
llevaron a cabo este sábado con actos simbólicos para honrar la memoria de los
fallecidos durante la masacre ocurrida del 15 al 20 de julio de 1997.
Durante la conmemoración, el
director Alan Jara notificó que la zona rural del municipio quedaba incluida en
el registro como sujeto de reparación colectiva (el casco urbano ya lo era
formalmente). El director de la Unidad para las Víctimas entregó la resolución
a las víctimas que conforman el comité de impulso (es decir, el grupo de apoyo
encargado de alentar el proceso), a la Asociación de Mujeres Desplazadas del
Meta (Asomudem) y a la Mesa de Participación Municipal Efectiva de Víctimas.
“Queremos ayudar a los que más
han padecido la violencia para que sigan adelante”, aseguró Alan Jara durante
su intervención ante los asistentes. “Reparar colectivamente es reconstruir el
tejido social de las comunidades”, agregó.
“Con los territorios que han
sufrido el conflicto tenemos una oportunidad histórica, porque estamos en el
momento de la paz. Es la posibilidad de terminar un conflicto de más de 50 años
que ha causado más de ocho millones de víctimas y ha generado una afectación
entre las familias”, afirmó el director de la Unidad para las Víctimas.
Según Jara, “cerrar el
conflicto es continuar con los procesos de ayuda humanitaria, con los procesos
de reparación individual y reparación colectiva. Cerrar el conflicto es la
garantía de no repetición”.
El evento contó con la
participación de la Asociación Mi Consuelo Campesino (Miconcamp),
representantes de las comunidades indígenas Sikuani, de los resguardos Caño
Jabón y Caño Ovejas; la comunidad Jiw llegada de la finca Zaragoza;
funcionarios de la alcaldía de Mapiripán y de las entidades que conforman el
Sistema Nacional de Atención a Víctimas (Snariv). Todos ellos plasmaron en un
acto simbólico su voluntad de alcanzar la paz para que los niños y niñas de la
región vivan un futuro mejor.
Juan Carlos Castro,
representante de Asomudem, rindió un homenaje a los afectados por el conflicto
armado y pidió al director de la Unidad que el proceso de reparación colectiva
en Mapiripán sea un programa piloto de reparación, reconciliación y de paz.
Por su parte, Alexander Mejía
Buitrago, alcalde del municipio de Mapiripán y víctima del conflicto, manifestó
que con esta conmemoración se espera transformar el recuerdo doloroso de esta
fecha en un sentimiento de esperanza, de deseo de superación, prosperidad y
progreso de la región.
“El director de la Unidad
conoce todo el trabajo que han adelantado las víctimas de Mapiripán y, por
ello, hoy es una fecha muy importante para este municipio que quiere avanzar
para consolidar la tan anhelada paz”, dijo el alcalde.
Después de la mesa de trabajo
realizada en la biblioteca municipal de Mapiripán (donde se resolvieron dudas
sobre asistencia, atención y reparación), Alan Jara manifestó su satisfacción
al haberse desarrollado la jornada coordinadamente entre la Unidad para las
Víctimas, representantes de la población, autoridades locales y otras entidades
del Sistema de Atención a Víctimas (Snariv).
“Hoy cerramos un ciclo de
dolor con paz en nuestros corazones”, afirmaron varias víctimas al término de
la conmemoración. Fuente: Prensa de la
Unidad de víctimas (Ángel René Vargas cabrera)
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